Alhambra de Granada. Palacio de los Leones. Patio de los Leones.

fuente central en el Patio de los Leones

El Palacio de los Leones se encuentra situado al este del Palacio de Comares y ocupa lo que sería el antiguo jardín de éste en Alhambra. Fue erigido durante el segundo gobierno del sultán Muhammad V (años 1362-1391), después de recuperar su trono. Con una superficie aproximada de 1900 metros cuadrados y planta rectangular, el palacio tiene su eje central en este Patio de los Leones (en árabe, بهو السباع) y el resto de las estancias se estructuran a partir de las galerías de este patio.

Durante el periodo en que Muhammad V fue destronado por su hermanastro Abu Al Walid Ismail quedando exiliado, descubrió obras que le influirían para después ordenar construir este palacio. En la ciudad de Fez vio la mezquita de la universidad de Qarawiyyin, construida por arquitectos andalusíes almorávides con espléndidas decoraciones de mocárabes presentes en Al-Ándalus, así como las ruinas de la ciudad romana de Volubilis, que le permitieron examinar los órdenes clásicos. 

Parece ser que lo que más le marcaría a este sultán sería contemplar el Real Alcázar de Sevilla, con la obra de artesanos toledanos, sevillanos y granadinos del rey Pedro I de Castilla el Cruel en su Palacio Mudéjar, siendo éste amigo personal del sultán y quien le ayudó a recuperar su trono derrotando al usurpador. De ese Palacio mudéjar le asombró especialmente la estructura del Patio de las Doncellas, que más tarde ordenará repetir en este Patio de los Leones en Granada.

detalle de bosque de columnas y canal de agua en Patio de los Leones

Este patio muestra una materialización arquitectónica del paraíso, donde los jardines, el agua y las columnas forman una unidad conceptual y física. Su esbelto bosque de columnas bien representa las palmeras de un oasis en el desierto, el paraíso imaginario nazarí. En el centro del Patio de los Leones está la fuente, un cuenco de alabastro apoyado por las figuras de doce leones de mármol blanco de Macael por cuyas bocas mana el agua. El Palacio de los Leones nos muestra así un hermoso ejemplo de integración de arquitectura y agua, siendo verdaderamente admirable cómo el agua se reparte desde la fuente central del patio hacia todo el palacio.

En Alhambra, el palacio de los Leones se puede decir que marca el momento culminante de su arquitectura, alcanzando con Muhammad V el apogeo del sultanato nazarí, de cuyo desarrollo artístico en cierto modo el Palacio de los Leones junto al llamado cuarto Dorado suponen la síntesis de todos sus estilos. El poeta y ministro Ibn Zamrak escribió poemas para describir la belleza del patio, quedando un verso tallado alrededor del brocal de la taza cuyo significado nos dice "La fuente es el sultán, el cual empapa con sus gracias a todas sus tierras, como el agua empapa los jardines".

fuente central en el Patio de los Leones

La taza o fuente central lleva escrita en su perímetro otros versos del mismo poeta en los que bellamente describe "(...)A tan diáfano tazón, tallada perla, por orlas el aljófar remansado y va entre margaritas el argento, fluido y también hecho blanco y puro. Tan afín es lo duro y lo fluyente que es difícil saber cuál de ellos fluye (...)". Y las palabras del profeta del islam bien encajan con este espléndido patio cuando dijo "Dios ha prometido a los creyentes y a las creyentes unos jardines en los que corren ríos. En ellos vivirán eternamente: tendrán hermosas moradas en el jardín del Edén".

En torno a las galerías del Patio de los Leones se ubican los cuatro edificios de organización completamente diferenciados encontrando, desde el centro del patio, la Sala de los Mocárabes al oeste, la Sala de los Abencerrajes al sur, la Sala de los Reyes al este y la Sala de las Dos Hermanas al norte. De cada sala fluyen arroyos que van al centro del patio, quizá simbolizando los cuatro ríos del paraíso. A su función simbólica, por tanto, se une la utilitaria ya que un complicado sistema de funcionamiento permitía mantener el agua en la fuente como una lámina. El cilindro central de la taza la abastecía y evacuaba a la vez, de forma que el agua nunca la desbordaba.

columnas de mármol con fustes cilíndricos dando acceso al patio

La esbelta galería cuenta con 124 columnas también de mármol blanco de Macael en Almería, como los leones de la fuente. La perfección proporcional y visual que añade al patio la arquería corrida en todo su perímetro, lo ha convertido en uno de los ejemplos arquitectónicos más universales y admirados. Las columnas se unen con paños calados que dejan pasar la luz en las distintas horas del día. Desde los capiteles de loto egipcios jamás columnas han estado coronadas de un modo más elegante, si por elegancia entendemos la combinación de la máxima sencillez con la mayor envergadura de las formas.

Estas columnas presentan fustes cilíndricos muy delgados, con anillos en la parte superior, capiteles cúbicos y grandes ábacos sobre los que corren inscripciones y decoración con ataurique. Las planchas grises de plomo convierten los empujes horizontales en verticales haciendo a su vez de junta de dilatación y de sistema antisísmico en caso de terremoto.

Lateral sur del patio con entrada a Sala de los Abencerrajes

Alrededor de este Patio de los Leones, como se ha descrito, encontramos las distintas salas privadas del sultán y sus esposas con piso alto o algorfa abierto. Faltan ventanas que miren al exterior, pero el Palacio cuenta con este magnífico patio o jardín interior como corresponde a la idea musulmana del paraíso o Janah. El trazado del Palacio de los Leones es extremadamente complicado, pues tiene siete ejes de simetría.

Los dos templetes que avanzan a los lados este y oeste del patio nos recuerdan en su forma a la tienda de campaña de los beduinos en su vida nómada. Son de planta cuadrada, decorados con cúpulas semiesféricas de madera en su interior y que se apoyan en pechinas de mocárabes. El alero es obra del siglo XIX y toda la galería está techada con artesonado de lacería.

detalle de columnas en pabellón y friso de madera sobre mocárabes

Bajo el friso de madera tallada corren arcos de yeso peraltado, menos los de los pabellones y extremos de los lados más largos de la galería que son de mocárabes, con enjutas de decorado calado en forma de rombo. Los dos centros de los lados más largos del patio tienen arcos de medio punto mayores que el resto y poseen unas arquivoltas de mocárabes, mientras que las enjutas presentan una decoración de ataurique. Estos arcos comunican el patio con la Sala de los Abencerrajes al sur y con la Sala de Dos Hermanas al norte.

diversa decoración en columnas de galería en Patio de los Leones

Los últimos estudios realizados dicen que los leones proceden de la casa del visir y poeta judío Samuel Ibn Nagrela, del año 1066. No se sabe si se construyó antes de su muerte; se le acusó ya en la época de querer realizar un palacio más grandioso que el del mismo sultán. Se conserva por el poeta Ibn Gabirol, en el siglo XI, una descripción casi exacta de esta fuente en la que los leones representan las doce tribus de Israel y dos de ellos tienen un triángulo equilátero en la frente indicando las dos tribus elegidas: Judá y Leví. 

La fuente central del Patio de los Leones, a su vez, tiene diversas significaciones o simbologías. Por una parte, los doce leones tienen una simbología astrológica en la que cada león alude a un signo zodiacal. Por otra, tiene una significación política o mayestática que está relacionada con el rey Salomón, el rey arquitecto, puesto que hay una inscripción en la fuente referida a él, al mar de bronce de su templo y a los leones de Judá o tribus. Por última y la más importante, alude a un símbolo paradisíaco refiriéndose así a la fuente originaria de la vida y a los cuatro ríos del paraíso islámico, aunque también podría hablarnos de los cuatro puntos cardinales.

detalles bajo galería en el Patio de los Leones

Este Patio de los Leones luce en todo su esplendor tras la rehabilitación integral a la que ha sido sometido durante una década, habiendo sido realizado por profesionales y artesanos andaluces. La intervención integral en el patio sometió a los doce leones a un largo proceso de restauración, realizado en los talleres del patronato de la Alhambra y el Generalife, para eliminar las gruesas costras calcáreas, detener la invasión de elementos biológicos, consolidar roturas de diverso origen y retirar elementos metálicos y adherencias muy perjudiciales como el cemento.

La taza, labrada en una sola pieza, tuvo que ser restaurada in situ en un taller temporal instalado en el propio patio debido a sus grandes dimensiones. A raíz de los trabajos de restauración del circuito hidráulico de la fuente, se realizó por primera vez una excavación con metodología arqueológica y esto permitió documentar y preservar los materiales encontrados. Por otra parte, cabe destacar que los leones de la fuente son muy grandes en comparación con otras esculturas de animales en el arte islámico, aunque existen ejemplos similares en Madinat Al-Zahra y el Grifo de Pisa.

detalle de la fuente central del Patio de los Leones

La última fase del proyecto ha sido la colocación de 250 piezas de mármol blanco de Macael para cubrir una superficie de 400 metros cuadrados. Esta intervención ha permitido que el patio recobre su supuesta imagen histórica, el aspecto que tenía cuando el sultán Muhammad V lo usaba como parte de la casa real nazarí en el siglo XIV y como lo describieron los cronistas de la época. En cualquier caso, a lo largo del presente siglo, persiste una viva polémica sobre si sus cuatro parterres marcados desde la fuente central estuvieron pavimentados originalmente o fueron jardines bajos.

De hecho, se cree que en época nazarí el suelo estuvo originalmente a un nivel inferior al de andenes y galerías con especies vegetales plantadas escogidas para cubrir a los anfitriones de matices de color, creando el efecto visual de un tapiz de flores, y con la parte superior de las plantas al mismo nivel del patio. Existen ejemplares de ambas tipologías, con patio pavimentado o ajardinado, pero en ningún caso afectan a su grandiosidad y originalidad.

vista del Patio de los Leones bajo decoración de mocárabes