Real Alcázar de Sevilla. Patio de las Doncellas.

Patio de las Doncellas, Real Alcázar de Sevilla

El llamado Patio de las Doncellas puede decirse que es el patio principal del Palacio mudéjar en el interior del conjunto del Real Alcázar de Sevilla, habiéndose construido durante el reinado castellano de Pedro I el Cruel. Puede afirmarse, sin albergar ninguna duda, que este Patio de las Doncellas es una obra maestra del arte mudéjar andalusí y tiene unas dimensiones de 21 m de largo y 15 m de ancho. En este patio están combinados de una manera armónica los conceptos de un palacio castellano y de la estética y privacidad islámica.

Se trata de un patio rectangular circundado por cuatro galerías, dos de ellas de siete arcos, en los laterales largos del patio, y las dos galerías restantes con cinco arcos en los laterales cortos. En el centro de este Patio de las Doncellas encontramos una alberca con grandes arriates hundidos un metro a ambos lados. Los laterales de estos arriates están decorados con ladrillo en arquería ciega mediante arcos de medio punto que aparecen entrelazados. Los arcos lobulados de las galerías, por su parte, están decorados con sebqa y relieves en yeso.

arcos en lateral corto del Patio de las Doncellas

Entre los años 1580 y 1584 todo lo anteriormente descrito fue enterrado y se colocó una solería de mármol para la que se trajeron hasta la ciudad de Sevilla a artesanos de Macael, Espera y Acán. Los arriates y la alberca no fueron descubiertos hasta realizar unos recientes estudios arqueológicos en el año 2002, manteniéndose hasta entonces una fuente renacentista en la parte central. En torno a la planta baja había algunas estancias que eran accesibles para los invitados, mientras que en la planta superior solamente había habitaciones privadas. 

La planta superior de este patio, siendo una ampliación realizada durante el reinado de los llamados reyes católicos, fue reformada en el año 1572 y de esta época son los arcos de medio punto apoyados en columnas de mármol con capiteles jónicos elaboradas en Génova. Las columnas de la planta baja fueron sustituidas en el año 1569 por otras labradas en la misma ciudad italiana. Es decir, las columnas sustituyeron las originales de ladrillo y fueron colocadas tras una reforma general. 

intradós en arco de acceso al Patio

Asimismo, también se rehicieron partes de los ornamentos de yesería en el siglo XVI y aún hoy se pueden contemplar escudos de los monarcas castellanos rematando la decoración de las galerías. La balaustrada fue añadida a mitad del siglo XVI bajo el reino del emperador Carlos V. Éste ordenó realizar una profunda reforma en el Alcázar de esta ciudad de cara a la celebración de su boda con la que fuese su única esposa, Isabel de Portugal.

En la primera planta de este Patio de las Doncellas el uso de columnas se ve repetido, siendo nombrada la evidente diferencia de que en la planta baja los arcos se ven apoyados por pares de columnas, mientras que los de la primera planta -en la mayoría- solo son aguantados por una sola. La decoración muestra unos niveles de exquisitez y riqueza incomparable. Además, se reconoce que los ornamentos decorativos de los arcos rodeando el patio son mucho más detallistas que los más modestos una planta más arriba. 

columnas en la galería baja del Patio de las Doncellas

En cada uno de los cuatro lados de este Patio de las Doncellas podemos observar cómo la línea de columnas está interrumpida por un arco de casi doble altura y relativamente más anchura que el resto. Los ornamentos también representan una obra altamente geométrica de la yesería, y el complejo arquitectónico en sí de este llamado Patio de las Doncellas es un elemento de notable simetría. En la decoración podemos encontrar la concha, como símbolo de fertilidad y vida, la mano de Fátima, como sinónimo de protección, composiciones geométricas de lazo, decoración vegetal esquematizada y cartelas con epigrafía árabe de estilo cúfico completando el conjunto.

Por otra parte, cabe destacar que a este patio se le conoce con el nombre de Patio de las Doncellas porque, según la tradición sevillana, las damas de la corte castellana lo usaban como su salón de entretenimiento y disfrute. El Patio de las Doncellas se comunica, a través de las galerías, con el llamado dormitorio de los reyes moros y ahora Alcoba Real, así como con el llamado Salón de Carlos V y con el Salón de Embajadores, este último de importancia vital para el conjunto del Real Alcázar.

vista de arcos del Patio desde el Salón de Embajadores

El espacio central de este Patio está dedicado a un tipo de jardín que cumple características imprescindibles de un jardín islámico, implicando la posibilidad de plantar fauna aromática y un tipo de corriente para que el sonido del agua interrumpa el silencio predominante. El estanque rectangular se encuentra con el resto del jardín en un nivel más bajo de la galería principal del patio. Cabe señalar también que un zócalo de cerámica recorre la parte inferior del muro del patio, realizado mediante la técnica del alicatado.

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