Teruel

Torre de Santa María, catedral de Teruel

Teruel es una ciudad y capital de provincia situada en el sur de Aragón. Está ubicada en la zona centro oriental de la península, a una altitud de 915 m sobre el nivel del mar, en la confluencia de los ríos Alfambra y Guadalaviar, conocidos aguas abajo de la ciudad como Turia. Para los fenicios, el nombre de Teruel era Thorbat o Thorbet, que podía proceder del hebreo Thor y bat que se traduce como Domus tauri o Señor Dios toro.

Se trata de la capital de provincia con más días de heladas anuales, con 95 días de media. Presenta a su vez un promedio de 11 días de nieve al cabo del año. En Teruel ha nevado tan temprano como en octubre y ha tenido nevadas tardías hasta en el mes de mayo. Algunos autores aseguran que en el mismo emplazamiento de la actual, concretamente en el barrio de la Judería, se asentaba Tirwal, nombre que procedería del árabe, con el significado de Torre.

Tirwal aparece descrito como un enclave musulmán en el año 935 y como una singladura en el camino que conducía de Córdoba a Zaragoza. Sin embargo, aunque se ha detectado arqueológicamente la presencia de ocupación islámica de este espacio, los restos localizados no pertenecen a un núcleo de población, sino más bien a una construcción del tipo defensivo. Sí sabemos que, en octubre del año 1171, el rey aragonés Alfonso II tomó Tirwal con la intención de reforzar la frontera meridional de su reino, que consideraba amenazada por la toma de la ciudad de Valencia por el imperio almohade. 

arco y Torre de San Martín en Teruel

En ese mismo año se fundó la ciudad de Teruel, dotándola de fueros y privilegios para facilitar de este modo la repoblación cristiana de la zona, convirtiéndola en uno de los núcleos más relevantes de la Extremadura aragonesa. Su fundación supone un cambio sin precedentes en la estructura política y territorial del sur de Aragón, ya que el predominio del Albarracín y la Alfambra de época musulmana será sustituido por el de esta nueva fundación, Teruel en especial, en detrimento de Alfambra, que quedará en un segundo plano bajo la fórmula jurídica de señorío.

Tras el éxito conseguido por unas campañas militares emprendidas a nivel particular por distintos nobles de la corona de Aragón, entre las que destaca la toma de Morella por Blasco de Alagón en el año 1231, el rey aragonés Jaime I decidió acometer la conquista de los reinos taifas de Balansiya y Mursiyya (Valencia y Murcia), que habían surgido tras la fragmentación del imperio almohade en esta zona en el año 1228, conociéndose como período de terceros taifas. Desde el año 1243, el emirato cordobés se rebeló como respuesta a la política de Alfonso X el Sabio, mucho más estricta con los musulmanes que la de su predecesor, el rey Fernando III el Santo. 

Esto aconteció al tiempo que ocurría una revuelta masiva de mudéjares en el valle del Guadalquivir apoyados por el reino de Granada. Considerando prioritaria ésta, Alfonso X concentró a sus tropas en el sur y solicitó a su suegro, Jaime I el Conquistador, que se ocupase él de Murcia. El aragonés cedió y envió un ejército que aplastó la revuelta en el año 1266. Los habitantes de Teruel, en su caso, intervinieron en la citada conquista de Valencia o Balansiya reclutados en tropas a las órdenes del rey Jaime I, siendo aquella una región que estuvo en poder de los musulmanes hasta el año 1245. 

decoración mudéjar y azulejo en la catedral

También Teruel tomó parte en la llamada Guerra de los Dos Pedros contra Castilla, guerra que se sufrió principalmente en los reinos de Aragón y Valencia, también Murcia, el Ebro castellano y el mar Mediterráneo. Tuvo lugar tras el apresamiento de dos buques genoveses atracados en Sanlúcar de Barrameda por parte de naves aragonesas por lo que, por un lado, estaba el bando del reino de Aragón, los Enriquistas y el reino de Francia, y por el otro la corona de Castilla, la República de Génova, el reino de Portugal y el reino de Granada.

Hay que destacar la considerable importancia que alcanzaron las comunidades judía y mudéjar dentro de la vida social y económica de Teruel, desde que se consolidaran sus aljamas a finales del siglo XIII, siendo notable el caso de la misma Judería turolense que conserva hoy en día todavía su topónimo y de la que se han localizado también abundantes restos arqueológicos. 

En el fuero de Teruel se contemplan la minoría judía y se tienen ordenanzas concejiles que les prohíben portar cuchillos de noche, la imposición de un subsidio para costear el viaje a Lyon del rey Jaime I en el año 1264 o la asignación de mil sueldos a su hijo Sancho, arzobispo de Toledo, sobre las rentas de la judería en 1269. El impuesto de monedaje también contabiliza en esa época 54 hogares mudéjares.

paño de sebqa mudéjar en la Torre del Salvador en Teruel

La muerte del rey Alfonso X en el año 1284 trajo un problema sucesorio, pues las leyes tradicionales de Castilla declaraban que el nuevo rey era su hijo mayor superviviente, Sancho IV el Bravo (al que además apoyaba la nobleza), pero las partidas que Alfonso X el Sabio escribiera designaban como sucesor al barón Alfonso de la Cerda, hijo del primogénito de Alfonso X, que se encontraba viviendo en Aragón. Como remate, Sancho IV murió de forma repentina en el año 1295, dejando a un niño de 9 años como sucesor al trono castellano. 

En 1347, se le otorgó a la población de Teruel el título de ciudad por el rey Pedro IV de Aragón, por su colaboración en las guerras de la Unión. El rey castellano Alfonso XI murió de peste negra ante los muros de Gibraltar en el año 1350 y dejó como heredero a Pedro I, que apenas contaba con 16 años. Este joven rey levantó inmediatamente el asedio a Gibraltar y se apresuró a hacer las paces con el rey de Granada, al que de hecho uniría una gran amistad durante todo su reinado. 

En 1362 consiguió poner sitio a Calatayud, ciudad estratégica que guarda el paso del río Jalón y la vía directa hacia Zaragoza, así como a otras siete fortalezas bilbilitanas. Poco después, se produciría la caída de la vieja dinastía castellana que se remontaba al siglo XI con descendientes de Sancho III el Mayor de Navarra, y la irrupción de nueva casa, la de Trastámara, que también irrumpiría más tarde en la corona de Aragón, facilitando a finales del siglo XV la unión dinástica entre ambos reinos.

detalles decorativos en Torre del Salvador

Y si en el año 1420 escandalizaba que el macellum siguiese estando en el barrio cristiano, no causaba rechazo que los baños públicos fuesen utilizados por cristianos (martes, jueves y sábado), por cristianas (lunes y miércoles) y moros y judíos (viernes). Cuando los regidores acuerdan que los vecinos abonen los honorarios del relojero, cuyo mecanismo se instala en la iglesia de San Pedro, se establece la siguiente prorrata: cristianos 130 sueldos, clérigos 25 sueldos, mudéjares 20 sueldos y judíos 25 sueldos, con la sola omisión de los hidalgos. 

Durante el reinado de Felipe II el Prudente en España, Nápoles, Sicilia, Portugal y El Algarve en el siglo XVI, el tribunal de la Inquisición cometía constantes contrafueros, por lo que no fue aceptado en la zona de Teruel y Albarracín, provocando frecuentes rebeliones populares, a veces con violencia hacia los inquisidores. En el año 1572 se produjeron tales altercados que el propio Felipe II, ejerciendo su autoridad, mandó hasta estas tierras un ejército castellano al mando del duque de Segorbe directamente a invadir Teruel. Hubo combates durante varios días al estar la ciudad fortificada, pero finalmente la plaza se rindió el jueves santo de aquel mismo año. 

Durante una semana se ajustició a los cabecillas en los jardines del barón de Escriche, actual Plaza de San Juan. Pero esta ciudad verdaderamente destaca al poseer un importante patrimonio artístico mudéjar formando parte del conjunto Arquitectura mudéjar de Aragón declarado patrimonio de la humanidad. Los monumentos de este estilo más destacados en Teruel son la actual catedral de Santa María y las torres de El Salvador, San Martín y San Pedro, a cuyos pies se encuentra la iglesia que recibe el mismo nombre y también en estilo mudéjar.

techumbres de la catedral de Santa María en Teruel

Se celebra también en Teruel un evento con gran atracción, las llamadas Bodas de Isabel de Segura en memoria de los famosos amantes de Teruel: Juan Martínez de Marcilla, llamado popularmente Diego de Marcilla e Isabel de Segura. Miles de turolenses se visten con atuendos altomedievales, algunos con rigor histórico. También se instala un variado mercadillo y se engalanan las calles, instalando jaimas de diversos grupos gremiales, trasladando la atmósfera de la ciudad al siglo XIII en el que convivían distintas religiones.

Por su parte, el museo de Teruel expone una amplia colección de cerámicas esmaltadas en verde y morado -continuadora de la bicolor califal- de los siglos XIV y XV, y la posterior de tonos azules, en las postrimetrías de la Edad Media, obtenidas de las bodegas y sótanos de inmuebles procedentes de las excavaciones realizadas en distintas partes de la Judería de la ciudad. 

De este modo, dentro del menaje del hogar y útiles cotidianos en aquella época podemos encontrarnos los relativos a almacenaje (cántaros, refrescadores, jarras, tinajas, orcitas, etc), elaboración de alimentos (cazos, morteros, etc) o servicio de mesa (escudillas, platos, fuentes, picheres o jarros, jarritas, terrazos, copas, salseras, tazas o cuencos).

arte mudéjar en iglesia de San Pedro de Teruel

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