fachada de la Casa de Yafar en Madinat Al-Zahra |
La Casa de Yafar sigue siendo a día de hoy una de las restauraciones integrales más exitosas que se han hecho en el yacimiento arqueológico de Madinat Al-Zahra y está considerada, con el Salón rico y la Casa Real o Dar Al-Mulk, una de las viviendas más lujosas de la ciudad palaciega formando parte del sector privado del alcázar califal. Esta casa recibe su nombre por Ya´far Ibn Abd Al-Rahman, quien fue designado hayib en el año 961, falleciendo diez años después.
Conviene recordar que hayib era el oficial de más alto rango al servicio del califa cordobés, siendo quien controlaba el acceso a su persona. Se trataba de un visir con rango de primer ministro. En este caso, Yafar Ibn Abd Al-Rahman fue un esclavo eunuco al servicio del califa. Generalmente, este tipo de esclavos era de origen europeo (eslavos) que ocupaban las más altas posiciones en la jerarquía palatina. Llegó como esclavo procedente del este de Europa, al servicio de Abd Al-Rahman III. Con el tiempo, el califa Abd Al-Rahman le emancipó y le otorgó el rango de liberto.
Ya en libertad se le designó como fatá, siendo sus cargos el de Sahib Al-Jayl o Jefe de Caballerizas y el de Dar Al-Tiraz o Responsable de la fábrica de tejidos. Más tarde, Yafar cobraría especial relevancia en el terreno artístico pues, durante el califato de Abd Al-Rahman III, dirigió las obras del pabellón central de Madinat Al-Zahra. Dos días después del fallecimiento del califa, su hijo y sucesor Al-Hakén II hizo jurar fidelidad a los grandes oficiales eslavos, otorgándole a Yafar entonces el cargo de hayib así como el de Sayf Al-Dawla o Espada de la Dinastía, equivalente a Oficial Mayor del Gobierno.
parte del interior del edificio conocido como Casa de Yafar |
Éste le correspondió regalando al estrenado califa cien esclavos militares francos que había comprado él mismo. A partir de entonces, estos serían conocidos como los yafaríes y tendrían una presencia destacada en los desfiles militares. Durante el califato de Al-Hakén II, Yafar llevó la dirección de las obras de ampliación de la mezquita aljama de Córdoba, en dirección sur hacia el río Guadalquivir. Inscripciones en la imposta del arco del mirhab hacen mención a dicho proyecto dirigido por Yafar y su nombre aparece escrito hasta en cuatro ocasiones.
Una de las inscripciones reza "Mandó el imán, Al-Muntansir billah, siervo de Allah, Al-Hakén, príncipe de los creyentes a su liberto y hayib, Yafar Ibn Abd Al-Rahman, Allah se apiade de él, la erección de esta construcción". La insistencia de su nombre es un halago al eunuco, aunque había fallecido poco antes y de ahí que figure "Allah se apiade de él". Al-Hakén II, tras la muerte de Yafar, no volvió a nombrar hayib y únicamente nombró a visires de menor rango. La coincidencia entre el ascenso al trono del califa Al-Hakén y la designación de Yafar como hayib permite situar el inicio de esta construcción en el año 961, a falta de otros testimonios documentales o epigráficos.
La estructura de este edificio es compleja pues se organiza espacial y funcionalmente en diversos ámbitos público-privados y articulados en torno a patios, aunque su espacio más importante sea el mexuar, destinado a la recepción. La organización del edificio se adaptó a un espacio delimitado de uso anterior en el que estaban presentes unas construcciones que o bien fueron transformadas o fueron condenadas para construir otras. Se considera que esta vivienda fue concebida como residencia de uso personal de Yafar, como alto personaje de la corte califal.
fachada de la Casa de Yafar vista desde el interior de la vivienda |
En el edificio se articulan tres ámbitos espaciales, organizados en torno a sus correspondientes patios: uno público, uno íntimo y otro de servicio. Así, el espacio oficial de la Casa de Yafar lo constituye una edificación de planta asimilable a la basilical, con tres naves longitudinales que comunican entre sí mediante puertas con arcos de herradura, y una nave transversal abierta al patio, donde se interrumpe la correspondencia existente entre las naves longitudinales y la fachada, con el objeto de adaptar esta última al espacio creado por la construcción de un baño contiguo.
La entrada principal a esta Casa de Yafar se realizaba por la puerta oeste, que daba acceso a un gran patio y a la fachada principal. Esta fachada o portada se organiza mediante una triple arcada de arcos de herradura soportada por columnas con capiteles de avispero. En cuanto a la decoración del edificio, esta Casa de Yafar se pavimentó con gruesas losas de mármol blanco, excepto en la zona del patio donde se emplearon piedras de caliza violácea. Además, destaca en este lugar la decoración de ataurique de la fachada.
Esta rica decoración de ataurique realizado en piedra, mostrando una temática vegetal y geométrica, también está presente en el vano de comunicación de la nave transversal y la central, ostentando sendos tableros en los frentes y las jambas del vano. Esta riqueza decorativa, junto a una pavimentación de las estancias con gruesas losas de mármol blanco, nos indica que en esta vivienda habitó un alto personaje. En las fachadas aún podemos encontrar resto de la pigmentación original en rojo almagra. Este rojo, sacado de las arcillas ferrosas, se usaba para proteger las casas de humedad, bacterias y hongos producidos por el agua de las fuentes.
Por otra parte, esta zona pública u oficial era el lugar destinado al trabajo y tenía un uso representativo del cargo político que Yafar Ibn Abd Al-Rahman ocupaba. Al estar construida con planta basilical, a esta parte se accedía por una gran portada. Por otro lado están los espacios de la zona íntima y privada, ubicados al fondo de la casa y cuya parte principal es una gran alcoba con cuatro alacenas dentro. Para llegar hasta ella, hay que atravesar un patio enlosado con suelo de caliza y que presenta una pila de mármol en el centro en la que había un surtidor, probablemente con forma animal, que vertía agua.
En el lado oeste del patio, posiblemente se ubicaba una letrina. Cerca se encuentran las llamadas viviendas del servicio que, por su ubicación cerca de la zona de servicio de la Casa, debieron complementar la función de éstas. Se trata de dos estancias, oeste y este, que tienen la misma organización con las habitaciones y letrinas dispuestas alrededor de un patio central. La vivienda este, la habitación que hay junto a la letrina, es posible que fuera usada como almacén o sitio de trabajo y cuenta con una cocina para la preparación de alimentos de las altas personalidades que vivían en la zona residencial del sur.
Mientras, las dos estancias y la letrina del ala oeste pudieron pertenecer al funcionario que ordenaba las labores de esta Casa de Yafar. También se comunicaba esta zona con la planta superior del cuerpo de guardia. Las habitaciones que había al fondo del patio formaban una zona de vivienda unificada y en ella vivía el que haría la función de Jefe de Cocina. En cuanto al resto de espacios destaca el que albergaba el horno, una cúpula de ladrillo construida sobre una base cuadrada de sillares, así como una letrina doble que sugiere la idea de que el trabajo en esta vivienda lo hacían personas de ambos sexos.
Dentro del plan de restauración en el yacimiento de Madinat Al-Zahra, se llevó a cabo la delimitación de esta vivienda después de hacer una exhaustiva investigación sobre el mármol, donde se recuperaron más de doscientas losas de su pavimento, así como pinturas murales, una pila y sobre todo, la portada monumental que se eleva en el lado oriental del patio que precede al ámbito oficial o de trabajo de la vivienda.
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