Tarifa. Castillo y defensas de la ciudad.

Alcázar o Castillo de los Guzmanes desde patio de armas occidental

A lo largo del término municipal de Tarifa pueden encontrarse torres almenaras que jalonan toda su costa y los valles interiores formando parte del sistema de vigilancia costera. Como en el resto de la costa gaditana, se construyeron y distribuyeron numerosas torres vigías para implementar el sistema defensivo sobre todo de los corsarios o piratas. Para tal fin, una milicia recorría a caballo la costa a diario desde Ayamonte hasta Gibraltar.

Las ocho almenaras pertenecientes al término de Tarifa responden a muy diferentes tipologías en relación al momento de su construcción. De este modo, la Torre de la Peña es de planta rectangular y de cronología discutida, aunque ya existía en el año 1248 cuando se produjo la conquista castellana de Vejer de la Frontera. Esta Torre de la Peña se alza sobre un promontorio rocoso de 25 m de altura al lado de la costa y se accede a ella a través de 85 escalones tallados en la roca, siendo construida por musulmanes. 

vista de Torre de la Peña en Tarifa

También es conocida como Torre de la Roca del Ciervo ya que su construcción se produjo en la cima de la Peña del Ciervo, traducción literal del árabe Hajrat Al-Ayal, en las estribaciones de la Sierra de La Plata. Formaba parte del sistema defensivo del Estrecho de Gibraltar vigilando el tramo de costa correspondiente a la ensenada de Valdevaqueros y a la playa de Los Lances, siendo abandonada en el siglo XIX al perder su función de defensa y vigilancia. Esta torre dominaba el estrecho paso junto a la línea de costa que permitía la comunicación de la ciudad de Tarifa con la Janda atravesando la Sierra de Enmedio. 

Su puerta se sitúa a nivel de la base y abierta hacia el océano Atlántico a diferencia del resto de torres de costa de esta región que tienen su acceso a un par de metros de altura y orientada en dirección contraria al mar. Tiene una altura máxima de 5,5 m y los muros de mampostería tienen alrededor de 1 m de espesor y delimitan una única estancia interior con una trampilla en el techo que permite subir a un terrado almenado con aspilleras y un pretil de 1 m de altura. La Torre de Cabo de Gracia, por su parte, es de planta cilíndrica y fue mandada construir en el año 1577, reconvertida hoy en el faro de Camarinal. 

También es destacable la Torre de Guadalmesí, también llamada de Guadalmedina, siendo otra de las torres almenaras situándose en la orilla norte del Estrecho de Gibraltar, en el término de Tarifa y estando incluida hoy dentro del Parque Natural del Estrecho. Toma su nombre del arroyo cercano, topónimo de origen incierto que podría provenir de la voz bereber Wadí-n-nasá o Río donde pasar la noche, confundida por los repobladores cristianos con el vocablo guadamecí, o cuero adobado y adornado con dibujos de pintura o relieve. 

vista de la Torre de Guadalmesí en la costa de Tarifa

El topónimo Guadalmesí aparece en la Crónica del rey Alfonso XI el Justiciero redactada en el año 1340 como Guadalmecil y más tarde en múltiples variantes similares hasta la forma actual. Como otras torres de la región fue construida durante el mandato del rey Felipe II el Prudente, hijo del emperador Carlos V. Tras aprobarse su construcción en el año 1577 se desconoce la fecha de su finalización. Aparte de la vigilancia de tránsito por el Estrecho, mantenía contacto con la torre de la Isla de las Palomas y la Torre del Fraile en Algeciras, evitando que buques enemigos hicieran acopio de agua en el arroyo, único punto de todo el tramo de costa donde podía hacerse en verano.

La Torre de Guadalmesí tiene planta redonda y forma cilíndrica alamborada con 12 m de diámetro en la base y una altura de 15 m. El cuerpo de la torre es macizo en su tercio inferior, estando el resto de la construcción ocupada por una estancia abovedada a la que se accedía mediante una puerta-ventana situada a 5,5 m del suelo y orientada al norte. Desde esta estancia, que posee otra ventana abierta hacia el mar, se tenía acceso a la terraza superior mediante una escalera helicoidal interna incluida en el muro perimetral. En la actualidad su estado de conservación es bueno, aunque ha perdido su revestimiento y, en zonas puntuales, diverso material constructivo principalmente en ventanas, escaleras y terraza.

tramo amurallado y torres defensivas en Tarifa

De las murallas que ha tenido la ciudad entre los siglos X-XVI, Tarifa posee tres recintos amurallados. El primero es de época islámica y rodeaba un recinto más pequeño, tratándose de la muralla de la Almedina, de la que aún pervive una puerta monumental que conectaba con la alcazaba, actualmente integrada y visible en el interior del bar Almedina. En esta puerta, se puede apreciar su disposición en recodo y la excelente factura de sus arcos de medio punto con dovelas de piedra y ladrillo alternadas. 

El segundo recinto abarca todo el centro histórico de Tarifa, conservándose amplios tramos de todo su perímetro, bien en su situación original o bien integrados como parte de los edificios. Se trata de la muralla de la Aljaranda, de la que se conocen restos y se conservan la Torre de los Maderos, la Torre de Jesús y el boquete de Cádiz. El tercer y más moderno recinto es la muralla del Arrabal, el más extenso de los tres. Fue una ampliación realizada en el siglo XIII por los meriníes, que en esa época controlaban Tarifa, para incluir el amplio arrabal que se había desarrollado al norte de la medina. 

situación del castillo, medina y arrabal en Tarifa

Las murallas de la Aljaranda y del Arrabal han sido restauradas en el presente siglo con la recuperación de algunos tramos del camino de ronda o adarve que permiten transitar por ellos. Originalmente, eran tres las puertas de la antigua medina conocida como Al Yazirat Tarif o Isla de Tarif y se conocían como Puerta de la Aljaranda, de la Almedina y Puerta del Mar. En la actualidad, las puertas son conocidas como la Puerta de Jerez (en el tercer recinto amurallado), que daba acceso desde el norte a la población, la Puerta del Retiro al este y la del Mar, al mediodía. 

La llamada Puerta de Jerez fue construida en el siglo XIII, que fue cuando se produjo la ampliación del recinto amurallado hacia el Arrabal. Hoy esta puerta ha perdido su carácter de acceso acodado por las remodelaciones sufridas, pero su estructura externa se mantiene prácticamente sin alteraciones. Está formada por un vano de acceso directo constituido por tres arcos sucesivos de herradura apuntados y está flanqueada por dos anchas y robustas torres almenadas. Al exterior muestra un notable arco de herradura de origen árabe, realizado a base de ladrillos, que configuró la entonces entrada principal a la ciudad intramuros. 

vista exterior de la llamada Puerta de Jerez en Tarifa

Sobre su gran arco central existe una placa que recuerda la gesta de la toma de esta plaza, con una leyenda bajo el escudo local donde se puede leer "Muy noble, muy leal y heroica ciudad de Tarifa ganada a los moros reinando Sancho IV el Bravo, el 21 de septiembre de 1292". No obstante, su visión desde la cara interior, a intramuros de la ciudad, es muy distinta, pues apenas dispone de un poco más de espacio que el necesario para transitar bajo el arco, con casas blanqueadas a ambos lados, adosadas a la muralla. 

La alcazaba o el llamado Castillo de los Guzmanes comenzó a construirse en piedra bajo el mandato del califa cordobés Abd Al-Rahmán III y de sus obras se encargó el visir Abd Al-Rahmán Ibn Badr concluyendo en el año 960, siendo después modificado en múltiples ocasiones. Se trata de una de las joyas monumentales tarifeñas, siendo su monumento por excelencia y presentando un buen estado de conservación albergando hoy un centro de interpretación castellano-nazarí en su interior. Desde este castillo se domina la ciudad más meridional de la península y que da acceso al Estrecho de Gibraltar.

vista del Castillo de los Guzmanes en Tarifa

Está situado en una elevación del terreno, frente al mar y de él parte la muralla que rodea a Tarifa, levantándose sobre las ruinas de un antiguo poblamiento romano. Su planta es trapezoidal adaptándose a la escarpa del terreno en el que se asienta y situándose en los ángulos torres cuadradas, guardando una distancia de separación equidistante entre ellas, dando impresión de solidez. Podría decirse que se trata de arquitectura militar califal de inspiración bizantina y desde su construcción ha venido ejerciendo funciones militares relacionadas con su posición estratégica en el extremo sur de la península y el Estrecho de Gibraltar

Una peculiaridad de los muros califales es la presencia de una imposta que recorre toda la construcción, aunque se conserva parcialmente, con algunos cambios de altura. Este elemento tiene algunos paralelos en edificios cordobeses como la Puerta de Sevilla, el antiguo Alcázar omeya -hoy Palacio Episcopal- o la propia mezquita aljama de Córdoba. Durante la época almohade, durante el siglo XIII, a este castillo le fue añadida la coracha o muro y en época cristiana se abrieron ventanas y se restauró la impresionante torre octogonal albarrana, situada en un extremo. 

vista parcial del Castillo de los Guzmanes en Tarifa

Aunque su primitiva función fue la defensa de la ciudad, tras la conquista cristiana el Alcázar fue restaurado, en la primera mitad del siglo XVII, para defenderse como baluarte frente a los ataques de piratas berberiscos y hornacheros que asolaron estas costas durante los siglos XVI y XVII. Posteriormente, durante la Guerra de la Independencia fue el centro de operaciones y acuartelamiento de las tropas hispano-británicas en la resistencia tarifeña al ejército francés (años 1811-1812). Aún hoy el castillo de Tarifa es propiedad del Ministerio de Defensa.

El castillo está formado por un núcleo original califal, el Alcázar propiamente dicho, formado por sillares a soga y tizón. Sus muros se articulan mediante torreones cuadradas -como ya se dijo- en ángulos y lienzos, alternándose éstos entre 6,7 y 9,4 m de longitud con quince torres robustas de las que se conservan trece y que destacan por una escasa proyección horizontal respecto a su frente. Todo el conjunto se encuentra coronado por almenas de punta de diamante añadidas tras la conquista castellana y su ubicación junto al mar le proporciona una protección adicional favoreciendo su defensa. 

tramo de adarve en la muralla defensiva del Castillo de Tarifa

Al exterior se sitúa una barbacana de mampostería, también de fábrica castellana, recorriendo todo el perímetro del Alcázar con adarve y almenas que deja un estrecho pasillo con la construcción central. La barbacana en origen rodeaba toda la medina de Tarifa, quedando el Alcázar en el ángulo sudoeste, pero en la actualidad se ha perdido la mayor parte de ésta tras el crecimiento de la ciudad. Dentro del conjunto que forma el castillo destaca la antes citada torre octogonal denominada Torre de Guzmán, desde la que se supone que Guzmán el Bueno arrojó el puñal para matar a su hijo. 

Esta torre albarrana, unida al castillo mediante una coracha de 40 m de altura, fue posiblemente construida en argamasa durante el siglo XIII y se conserva prácticamente en su integridad y a sus pies se lee una lápida conmemorativa moderna del conde de Niebla, en honor a su ilustre antepasado Alonso de Guzmán. Su datación permanece en debate, pues para algunos fue construida por los almohades durante el siglo XII y para otros la construyeron cristianos en el siglo XIV. En cualquier caso, hasta el pasado siglo medía 20 m de altura, pero en la actualidad está igualada a la altura de la muralla. 

Torre de Guzmán octogonal con Castillo al fondo en Tarifa

En Tarifa también se conserva la lápida fundacional del castillo, en mármol, pudiendo encontrarla sobre la puerta principal en el flanco occidental. En la misma puede leerse "En el nombre de Allah, el clemente, el misericordioso, la alabanza a Allah, señor de los mundos y bendiga Allah a Muhammad, sello de los profetas. Ordenó el siervo de Allah, Abd Al-Rahmán, príncipe de los creyentes, prolongue Allah su permanencia, la construcción de esta torre y se terminó con la ayuda de Allah en el mes de safar del año trescientos cuarenta y nueve bajo la dirección del visir Abd Al-Rahmán Ibn Ya'la, su cliente".

Tras la lectura de la fundación de la fortaleza sobre la clave del arco, podemos también observar que se trata de una puerta de acceso directo y que se abre entre dos torres, siendo un esquema constructivo que podemos encontrarnos también en el castillo de Gormaz (Soria), en la llamada ciudad de Vascos (Toledo), en la Puerta de Bisagra Vieja de la ciudad de Toledo, en la ampliación de Dar Al-Imara en el Real Alcázar de Sevilla o en la Alcazaba de la ciudad de Mérida.

lápida fundacional de Tarifa flanqueada entre dos torres

En el lienzo de la coracha se encuentra la antes citada Puerta del Mar, también llamada Puerta Gótica, siendo una curiosa puerta construida en torno al siglo XIV. Hasta hace poco tiempo se accedía a la ciudad por ella desde el mismo puerto, a través de una rampa. Su arco es gótico y las piedras que lo forman (dovelas) tienen forma quebrada, luciendo decoración mudéjar como en sus azulejos de colores, de los que apenas se conserva alguno. La puerta por la que actualmente se entra al castillo, en el muro opuesto, recibe el mismo nombre, Puerta del Mar.

Esta Puerta del Mar comunica el paseo de ronda desde el exterior. En la barrera y en la coracha se empleó, al igual que en las torres orientales, mampostería y sillares de piedra. El acceso al castillo se realiza por su lado oeste, si bien el acceso original debió situarse en el otro extremo, allí desde donde se comunicaba con la medina y donde actualmente se encuentra la otra puerta del período de los reinos de taifas. Junto a la puerta del castillo, y a los pies de la Torre de Guzmán, un monumento al rey Sancho IV el Bravo recuerda la toma de la ciudad a manos de este rey castellano a finales del siglo XIII.

Puerta del Mar en el Castillo de Tarifa

El acceso actual está formado por un arco de medio punto y bóveda de cañón que nos lleva al interior del Castillo de Guzmán. Se trata del Patio de Armas oeste, que cuenta con edificaciones del siglo XVI que fueron parte del Palacio del marqués de Tarifa. Un segundo Patio de Armas, mayor que el anterior, está situado al este y posee un pozo y construcciones de los siglos XVI y XVIII, estando ambos patios separados por una galería de dos plantas. Adosadas a las murallas, existen largas y estrechas naves de carácter militar, aunque la base de la defensa del castillo es la parte superior de las murallas o adarve, rematadas con almenas. 

El castillo o alcazaba tiene una puerta más pequeña en el lado este, incluso se ha encontrado otra puerta secundaria más, en la muralla norte, pero que está tapiada. De las 13 torres que hoy vemos, siendo 15 las torres originales del siglo X califal, todas son macizas y de altura superior a los muros. Las dos que faltan son del sector este y nunca se reconstruyeron. La Torre octogonal de Guzmán el Bueno, por su parte, sirvió de inspiración a la conocida como Torre del Homenaje del castillo de Santiago en Sanlúcar de Barrameda, en la desembocadura del río Guadalquivir.

acceso actual al Castillo a través de barbacana

Son especialmente importantes diversas construcciones religiosas en el interior de las murallas de Tarifa. La actual iglesia de Santiago, que se encuentra situada en el barrio de Jesús o Aljaranda, fue levantada en el siglo XIV sobre los restos de una antigua mezquita y se trata de un templo de planta rectangular con una sola nave. Por su parte, la iglesia de Santa María, situada junto al castillo dentro del recinto de la Alcazaba, fue una mezquita andalusí posteriormente reedificada y de la que sólo se conservan cuatro columnas, aprovechadas sin duda de edificios anteriores de época romana.

A comienzos del siglo XX, al hacer una reparación en el techo de una capilla, se descubrieron una viga y tres trozos de un artesonado andalusí, de bellas labores entrelazadas, con elegantes caracteres cúficos aunque incompletos, los cuales, en opinión del doctor arabista Sr. Codera, no parecen corresponder a ningún texto coránico, pero que por estar mutilados es aventurado e inútil toda tentativa de traducción al castellano. En el Alcázar, se espera proseguir con las labores de restauración y acondicionamiento que permitan la continuidad y conservación de una construcción emblemática a la sombra de la cual se formó la ciudad de Tarifa.

actual biblioteca municipal de Tarifa en claro guiño andalusí

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