Alhambra de Granada. Torre de la Justicia.

vista exterior de Torre de la Justicia

La llamada Torre de la Justicia se encuentra en la muralla sur de la fortaleza y es la única torre-puerta que mantiene su uso como entrada al conjunto de la Alhambra de forma continua desde la época medieval hasta nuestros días. Era también conocida como torre de la Explanada, en referencia a la que existía delante de ella antes de que se hicieran los caminos que divergen hacia el Generalife y hacia el paseo central del bosque. 

Se cree que su nombre actual pudiera estar basado en el texto epigráfico existente en la torre donde se dice “Haga Allah prosperar en ella la justicia del Islam”. Según reza la inscripción que se encuentra sobre el segundo arco de su puerta exterior, esta torre fue construida bajo el mandato del sultán Yusuf I y la puerta era conocida como Bab al-Saria o Puerta de la Explanada siendo terminada, según esta misma inscripción, en el mes de la Natividad magnificada o Mawlid del año 749 que se corresponde con el año 1348 de la era cristiana.

fuente renacentista y baluarte defensivo ante la Torre de la Justicia

Su fachada exterior presenta un gran arco de herradura, con recuadro de ladrillo y dintel abovedado. En la clave de este arco aparece el relieve de una mano grabada, considerada por algunos como la mano de Fátima, siendo entonces amuleto para curar el mal de ojo. Sin embargo, otros creen que representa el emblema del corán ya que sus cinco dedos corresponden a sus cinco preceptos fundamentales: unidad de Dios, oración, ayuno, limosna y peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida.

Cabe decir que antes de llegar a la puerta de esta Torre de la Justicia, por encima de la que fuera Plaza de la Explanada, se conservan dos pequeñas puertas que permiten el acceso al baluarte defensivo de la torre y a la galería que recorre la parte sur de la misma hacia los Cármenes que se encuentran al norte de la muralla y que llegan hasta las cercanías del Jardín de los Adarves, ya en la alcazaba.

detalles de capitel y arco de entrada a la torre

Tras el espacio abierto o buhedera que encontramos al traspasar el primer arco exterior, nos encontramos con otro arco de piedra, también de herradura y abovedado como el anterior, con conchas en su clave representando el agua y albanegas. En los ábacos de los capiteles de sus columnas se puede leer: «Allah es grande. No hay otro Dios que Allah y Muhammad es su profeta. No existe fuerza sino en Allah». En la dovela central del dintel aparece una llave con un cordón, de la cual se dice que es símbolo del poder de abrir y cerrar las puertas del cielo concedido a Muhammad, según reza el corán. Sin duda, la llave o miftah posee valores coránicos de protección y entrada a un recinto sacralizado.

Sobre este arco de piedra, el cual acoge la puerta de hojas y herraje originales, encontramos la citada inscripción que hace referencia a la fecha de su construcción. Sobre esta inscripción, en el centro de un zócalo de rombos de la época, se colocó una hornacina con una escultura de la virgen María y el niño Jesús, réplica de la original, de comienzos del siglo XVI. Antes de adentrarse al recinto vale la pena observar con detalle la buhedera, cuya misión principal era facilitar la defensa de la torre y de la puerta, además de permitir el paso de luz a las ventanas y los numerosos detalles decorativos que presenta este espacio.

vista de parte superior de la torre y puerta de acceso a la Alhambra

Esta Torre de la Justicia está estructurada sobre planta rectangular, quedando dividida en dos pisos y con terraza. Su piso superior fue residencia del alcaide de la ciudad desde la conquista cristiana hasta la llegada de las tropas napoleónicas a comienzos del siglo XIX. Pocos años después se convirtió en vivienda de los guardas del recinto hasta que, a partir de la última década del mismo siglo, se destinó a uso administrativo, residencia ocasional y por último adquirió un uso cultural albergando parte del legado del duque de Lorinng y de las donaciones realizadas por el conde de Romanones, origen de la biblioteca de la Alhambra.

Nada más atravesar la puerta de la Justicia se accede a una galería, con doble recodo y desde la que pueden contemplarse diferentes bancos para la guardia bajo arcos ciegos, artilugios para depositar las lanzas y demás objetos militares así como restos de escrituras cristianas. Este espacio igualmente nos permite contemplar diferentes tipos de bóvedas, como la esquifada y la de aristas encadenadas, conservando algunas de ellas restos de la pintura del color almagro que las cubría. También podemos observar cómo tras el arco interior de entrada se encajan los portones revestidos de placas de hierro para evitar su incendio, los cuales aún mantienen tanto el cerrojo como los tres pasadores originales.

galería bajo la torre de la Justicia

El piso superior de esta Torre de la Justicia tiene en nuestros días un uso singular para el visitante, como punto de lectura dentro de una “caja de música”. Se trata de un lugar de convivencia con el mundo de las artes donde la música y la palabra son las protagonistas, poniendo en valor una parte de la Alhambra romántica en la que estaban presentes músicos como Ángel Barrios, Manuel de Falla o Isaac Albéniz. De hecho, el piano y la guitarra han sido durante mucho tiempo una seña de identidad de la Alhambra y en este mismo lugar comenzó su ahora biblioteca.
Toda persona interesada en interpretar música dentro de esta torre puede solicitarlo al patronato de la Alhambra y el Generalife, debiendo tener capacidad artística y seguridad suficientes para actuar en público. No hace mucho que en el interior de esta torre el violinista Pablo Martos y el pianista Calio Alonso interpretaron extractos de la pieza de Rimsky Korsakov Sherezade, basada en la obra persa Las mil y una noches. Igualmente la torre se ha convertido en un espacio para la lectura y el préstamo de libros.

joven leyendo en el interior de la torre

La puerta de salida de esta Torre de la Justicia, por la cual se accede al interior del recinto de la Alhambra, también presenta arco de herradura y posee una decoración compuesta de azulejos y ataurique con rombos originales de una apariencia muy hermosa en su albanega izquierda, que presentan esmaltados en color blanco y en azul. 

Antes de la salida de la torre, en uno de los huecos existentes para la guardia, existe un retablo ya de época cristiana que reza la toma de la ciudad. Si se lograba traspasar esta última puerta, continuaban los mecanismos de defensa siendo aún más efectivos, pues se llega a una calle entre dos altas murallas desde las que se podía asediar a los asaltantes con una lluvia de flechas y otros elementos de guerra.

puerta de salida de la Torre de la Justicia con acceso a la correleta

Esta calle es conocida como la correleta, tratándose de un amplio pasillo donde, en caso de asalto a la fortaleza, se alinearían los jinetes nazaríes para contraatacar. El pasillo se encuentra en pendiente para dificultar aún más el ataque de posibles invasores. Y esta calle, reconstruida con diferentes piedras provenientes de sepulturas musulmanas, aparece también con otro recodo que impedía saber qué había más allá. Y más allá se hallaba otra puerta cerrada, hoy desaparecida por estar en ruinas ya en el siglo XVI, la conocida como Puerta Real de la Alhambra, muy cercana a la Puerta del Vino.

Por encima de la puerta de salida de la torre, se prolonga el adarve o camino de ronda de la muralla que parte de la zona alta de esta Torre de la Justicia y que continúa hasta la pequeña torre defensiva de las Rocas. Nada mas salir por la puerta, encontramos a la derecha unas escaleras que nos conducen hasta el citado camino de ronda. También este pasadizo nos lleva a la puerta de entrada al llamado foso oculto que, desde ese punto, se introducía hacia una sala interior de la Torre de la Justicia y continuaba, por diferentes ramales, aunque hoy en día esos ramales están sellados y sin salida.

pasadizo hacia camino de ronda y foso

En la zona alta de esta Torre de la Justicia se encuentra la puerta de acceso al interior y a sus diferentes estancias, siendo zonas visitables cuando así lo acuerda el patronato de la Alhambra y el Generalife al abrir distintos ciclos de temática relacionada con las artes. Desde esta zona alta podemos contemplar pequeñas y estrechas ventanas y aspilleras para facilitar su defensa, en su fachada norte, mientras que en las demás vertientes aparecen ventanas más grandes compuestas de uno o dos arcos.
Por la situación donde se encuentra enclavada, la Torre de la Justicia es difícil de divisar desde otras partes de la Alhambra y del Generalife. Independientemente de sus dos puertas, tan sólo podremos distinguir la torre, desde espacios abiertos como la Torre de la Vela, el Jardín de los Adarves o desde la parte alta de la carretera que continúa la cuesta de Gomérez. Como esta carretera atraviesa el bosque de la Sabika, veremos la torre siempre y cuando el bosque no se encuentre muy denso por lo que fácilmente permanece oculta a nuestros ojos.

vista interna de la zona alta de la torre de la Justicia

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