vista de la Torre del Homenaje en el castillo de Cabañas |
El castillo de Cabañas es una fortaleza situada en el término municipal de Cabañas del castillo, en la sierra de Las Villuercas, en la provincia de Cáceres. Este municipio está formado actualmente por cuatro núcleos de población: Solana de cabañas, Retamosa de cabañas, Roturas de cabañas y la propia Cabañas del castillo sobre la que se encuentra esta fortaleza. Todos estas localidades se ubican en el corazón de la comarca de Las Villuercas, entre escarpados picos y angostos valles.
Este castillo de Cabañas se considera que fue construido durante el transcurso del siglo XII sobre otra edificación musulmana de fecha anterior. Durante la época musulmana, en definitiva, se construyó el castillo de Cabañas original, el poblado y el castillo de Solana. El origen de este castillo fue una atalaya fortificada construida también en época musulmana que facilitaba un amplio control del entorno de la sierra de Las Villuercas, siendo ésta una zona fronteriza importante al sur del río Tajo.
Lo primero que impresiona de esta fortificación es el lugar donde está ubicada, un inmenso farallón de roca con paredes de hasta 70 m y acceso muy dificultoso. Al estar realizado con materiales de la propia zona, en ocasiones, hasta que se está bien cerca es difícil distinguir qué es acantilado de roca y qué muro del castillo. Al estar en una cresta rocosa, el recinto es alargado y estrecho para adaptarse al terreno de coronación de la colina. Para acceder a la fortaleza hay que subir por un estrecho sendero entre canchos, muy abrupto y tallado entre rocas, que supone una defensa añadida.
vista de Las Villuercas desde el castillo de Cabañas |
Las paredes de la roca son como precipicios, casi totalmente verticales. El material que se utilizó en su construcción fue mampostería y sillarejo obtenidos del propio emplazamiento, como se ha dicho, posiblemente lo que se necesitó desmontar para obtener una pequeña superficie medianamente horizontal. Su entrada estaba protegida por un baluarte con muro que termina en el borde del acantilado y, posteriormente, está la puerta principal también fortificada. Todavía se conserva una buena parte de la fortificación como algunos restos de lienzos de la muralla y dos torres de las tres levantadas en origen.
Las torres que se encuentran en la actualidad en mejor estado son las que se encuentran en los extremos de la planta alargada. Las dos torres presentan planta cuadrangular y algunos vanos en los diferentes pisos, todos ellos de pequeñas dimensiones. Ambas torres tienen forma de prisma y se encuentran aún muy elevadas, sobre todo la conocida como Torre del Homenaje. Toda la fortaleza de Cabañas carece de adornos, lo que revela su uso militar a lo largo de su historia, sin llegar a ser adaptada como residencia.
El rey cristiano Alfonso X de Castilla el Sabio vendió Cabañas a Trujillo en el siglo XIII con la condición del derribo del castillo y mantener el patronazgo real de las iglesias. Curiosamente, al final del reinado del citado Alfonso X, en el año 1283, había muerto su sucesor y primogénito el infante Fernando. La ambición de su segundo hijo, Sancho, hizo que éste se levantara contra su padre para impedir que reinaran sus sobrinos, los hijos de Fernando. Sancho declaró la guerra a su padre, el rey, con el apoyo de algunas potencias extranjeras, de los nobles e incluso de la reina Dª Violante.
vista del castillo de Cabañas |
La ciudad no lejana de Talavera no permaneció unida en aquel conflicto, ya que los caballeros castellanos de sus arrabales se declararían partidarios del rey Alfonso X y los mozárabes se aliaron con el rebelde Sancho. El cabecilla de los nobles talaveranos fieles al rey era un tal Romero que, juntando a cuatrocientos caballeros, se preparó para unirse a la batalla, pero Sancho se encontraba en Olmedo y acudió rápidamente a Talavera con su ejército. Una vez allí castigó duramente a los nobles castellanos fieles a su padre y Romero huyó con algunas de sus tropas marchando hasta refugiarse en esta fortaleza de Cabañas.
Posteriormente, este castillo de Cabañas fue reformado durante el transcurso del siglo XIV, al seguir dependiendo de Trujillo después de la conquista cristiana. Fue después entregado este castillo por el rey Enrique II de Castilla a García Álvarez de Toledo por lo que se adhirió al señorío de Oropesa y al marquesado de Jarandilla. Posteriormente, el castillo de Cabañas pasaría a pertenecer al ducado de Frías, de manera que esta fortaleza también es conocida como castillo de Frías.
2 comentarios:
No sé si la foto la has hecho hace poco o no, pero gracias por algo que se sale del tópico del verano.
Un saludo.
tan viejo, tan poderoso, tan calmado!
GranAbrazo,
Yamana
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