vista del oratorio desde el Palacio del Partal |
Muy cerca del Palacio del Partal, también conocido como Torre de las Damas, encontramos una pequeña torre, de planta rectangular y por su decoración atribuida a la época del sultán Yusuf I a comienzos del siglo XIV. Se trata de un oratorio debidamente orientado y, como es tradicional en la Alhambra, queda integrado en el paisaje montado sobre el adarve de la muralla general del recinto como para favorecer la meditación del sultán sobre la identidad de la naturaleza, la creación y la oración.
Desde el exterior llama la atención la curvatura de su tejado a cuatro aguas, las llamadas pagodas granatenses, propia de las edificaciones granadinas aunque también encontrada en construcciones levantinas. Al parecer, la puerta de entrada la flanqueaban dos pilastras ya desaparecidas que soportaban un guardapolvo de canecillos protegiendo las ricas y variadas yeserías que tuvo en su época, de las que hoy sólo quedan restos muy escasos. De hecho, el exterior hoy se reviste con restos de decoraciones de pintura mural y yeserías en la fachada principal y lateral.
Torre del Mihrab en el Palacio del Partal |
Este pequeño oratorio es conocido como la Torre del Mihrab. Según los musulmanes, el mihrab es la parte habitada por el espíritu de Allah o el lugar de la oración ordenada por el profeta Muhammad. El musulmán vuelve su cuerpo a oriente para mirar el lugar donde se guardaban los libros santos. En este lugar el santón esperaba la salida del sol recitando las oraciones y tenía las habitaciones indispensables para llevar su vida.
La decoración sigue el estilo del periodo de Yusuf I (años 1333-1354), gran defensor de las artes y constructor de importantes monumentos por todo el complejo monumental, como la Torre de la Cautiva que guarda semejanza con la decoración de este espacio. Merece la pena observar con detalle la entrada al oratorio y la ventana doble que vemos en su lado sur. El alero de esta Torre del Mihrab, como los originales del reino de Granada nazarí, está formado por largos canecillos de madera que sobresalen, inclinados para elevar el borde de las tejas y darle la forma deseada.
interior del oratorio con arco dividiendo los espacios |
El interior de este oratorio también es de gran belleza. Su sala de oración, de pequeñas dimensiones, se divide en dos espacios separados por un arco: el primero es un pequeño vestíbulo y está cubierto por techumbre plana y el segundo es el oratorio propiamente dicho y se cubre por una magnífica armadura (techo formado por las vigas que sostienen las tejas) de par y nudillo apeinazada, es decir, recubierta de peinazos o elementos de madera tallada.
vista de la armadura apeinazada que cubre la sala de oración |
En los ángulos de la armadura, limas dobles o mohamares delimitan cada paño de pares. Esta armadura de madera apeinazada con lazo, valiéndose de vigas estructurales para la decoración, se trata de uno de los pocos modelos de este tipo que existen en la ciudad palatina de la Alhambra. Lamentablemente son pocos los restos de policromía conservados en la armadura original e inclusive éstos se encuentran ocultos por otros relativamente recientes. La policromía original incluía trazos rojos, azules, negros, dorados y blancos en una estratigrafía muy delicada sin apenas aparejo.
sala de oración y muro de la qibla en la Torre del Mihrab |
La yeserías del oratorio son magníficas y conservan restos de su policromía original, presentando ataurique (decoración vegetal muy estilizada), redes de rombos, decoración de lazo y decoración epigráfica así como el recurrente lema del reino nazarí "Sólo Allah es vencedor". La reciente restauración del oratorio nos ha desvelado nuevas claves de la Alhambra del siglo XIV, permitiendo reconocer su funcionamiento estructural y descubrir las técnicas originales que utilizaron los artesanos nazaríes en la decoración de este espacio.
El centro de la sala de oración lo ocupa el mihrab que encontramos en el muro de la qibla orientado a la Meca y en forma de arco de herradura, con tres conchas doradas sobre él y compuesto por cinco paneles que representan los cinco mandamientos del corán o libro sagrado del islam. El mihrab es de planta rectangular, aunque con los ángulos del fondo en chaflán, estando cubierto por una cúpula octogonal de mocárabes.
detalles del mihrab en el oratorio del Palacio del Partal |
En general, este oratorio es una pequeña construcción independiente en los Jardines del Partal y cuenta con dos ventanas laterales que permiten contemplar las hermosas vistas y paisajes que lo rodean. Hay quien piensa que el hecho de tener ventanas laterales es algo anormal en esta mezquita en concreto, ya que la belleza exterior que lo envuelve podría ser una distracción a la oración pero no podemos olvidar que para los musulmanes la naturaleza representa la existencia de Dios y el paraíso.
vista desde el mihrab de la puerta de entrada al oratorio |
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