Zafra

típica calle encalada en la ciudad de Zafra

La ciudad de Zafra está situada al suroeste de la provincia de Badajoz. Es uno de los municipios más importantes de la provincia y está considerada la capital del extremo sur de la región, siendo el núcleo principal de la comarca de Zafra - Río Bodión. Se encuentra enclavada en una estratégica situación en el centro de un importante nudo de comunicaciones que unen varias capitales provinciales y regionales (Badajoz, Mérida, Sevilla, Huelva y Córdoba). 

El hoy término municipal de Zafra se situaba en la línea fronteriza que dividía los reinos taifas de Sevilla y Badajoz y pertenecía a la cura (provincia) de Mérida, por lo que en el año 1030 se construye con fines defensivos un castillo o hisn en la sierra de El Castellar, que está situada al oeste de la ciudad de Zafra y queda dominada por un macizo rocoso. El geógrafo hispano-musulmán Al-Bakrí reconocía este hisn en el año 1094 con el nombre de Sajra Abi Hassán y con el sobrenombre El Piton, seguramente por su torre del homenaje. 
 
Actualmente, apenas se conocen datos de esta fortaleza. Tan sólo se sabe que sobre El Castellar se alzaba un castillo árabe que, entre los años 1030 y 1045, sirvió para reforzar la defensa militar de la línea fronteriza en época de reinos de taifas. Según los restos de la fortificación, el castillo presentaba planta rectangular y un paño de muralla natural lo formaban las rocas cuarcíticas y las piedras del crestón. El resto de la fortaleza se encontraba situada en la ladera oeste de la sierra. 

restos del castillo en la sierra del Castellar, Zafra

El espacio interior de esta fortaleza estaba hecha para aliviar la pendiente donde se asentaba el castillo y el muro de contención era el propio recinto amurallado. Poco más allá de este lugar se encuentra la denominada Cueva del Moro, tratándose de una estructura rectangular con unas dimensiones de 7 x 5m que podría haber sido un aljibe, por su situación en el terreno con forma de embudo, muy propicia para recoger agua de lluvia.

A pesar de no contar con documentación, el asentamiento islámico en la sierra de El Castellar es muy extenso si lo comparamos con otros enclaves similares coetáneos en la región, hecho que hay que poner en relación con su importancia y funciones. Supera las 12 hectáreas, superficie a la que habrían de añadirse todos los espacios extramuros (áreas cementeriales, arrabales, etc). La ciudad, pues como tal ha de considerarse, presenta un urbanismo condicionado por la fuerte pendiente y sus calles zigzaguean entre las laderas aterrazadas sobre las que se emplazan los diversos barrios hasta alcanzar la alcazaba.
 
Tras el período taifa, ya en época almohade (años 1147-1232), esta fortaleza debió ser refortificada, como tantos otros enclaves extremeños coetáneos, esfuerzo que no evitó la posterior toma cristiana. Por otra parte, fueron también los árabes los que nombraron a esta ciudad como Safra o Çafra, de la cual deriva la actual denominación de Zafra. Es decir, el vocablo “Sajra” (que se traduce como roca en árabe) se aplica a lugares situados en lo alto de picachos escarpados, por lo que se considera que la evolución fonética fue derivando en Sajra, Safra, Çafra y finalmente Zafra.

típica calle encalada en Zafra

Durante la llamada reconquista fue conquistada dos veces, una primera en el año 1229 por el rey leonés Alfonso IX, pero no sería hasta el año 1241 cuando definitivamente la conquistaría el rey Fernando III el Santo, en una campaña de conquistas por la actual Extremadura. Cuando las tropas, en su avance hacia Sevilla, tomaron el caserío que se extendía en el valle vigilado por la fortaleza de El Castellar no supuso el final de una época y el inicio de otra, sólo el asentamiento de un nuevo grupo, el cristiano, que llevaba varios siglos al margen de la convivencia que allí se desarrollaba. 

A partir de ese año, 1241, el bastión defensivo de la sierra de El Castellar es desmantelado y sus pobladores desalojados. La Primera Crónica General hace referencia a cómo muchos de los habitantes de Sajra decidieron permanecer en el nuevo asentamiento creado en el llano, naciendo así Zafra, una aldea integrada en el enorme alfoz de Badajoz, donde el componente mudéjar será tan importante que influirá notablemente en la arquitectura.

Se cree que para sobrevivir, mantenerse en la zona y conservar sus bienes, la población autóctona que habitaba el área de Zafra pactó con el rey cristiano para poder mantener sus propiedades, religión y costumbres. Más adelante los nuevos pobladores se superponen a los restos de esa antigua población, pero es un hecho que moriscos, judíos y cristianos convivieron un tiempo en armonía, y pruebas de estas tres culturas podemos apreciarlas todavía en los restos que conserva la población actual.

visión de la llamada Plaza Chica en Zafra

No hay comentarios: