Badajoz. Puertas de la alcazaba.

Puerta del Capitel en alcazaba de Badajoz

En un recorrido por la inmensa muralla defensiva de la alcazaba de la ciudad de Badajoz, merece la pena detenerse a observar cada una de las puertas de acceso de época andalusí que encontramos. La llamada Puerta del Capitel y su portada de acceso, datadas en el siglo XII, junto con la puerta del Alpéndiz es una de las dos puertas de época almohade que se conservan íntegramente. Antes del acceso a la Puerta del Capitel se encuentra una puerta del siglo XVI. 

Esta Puerta del Capitel está en recodo, como medida defensiva y su acceso podía ser vigilado desde el adarve de la muralla y desde la torre situada junto a ella. Esta Puerta del Capitel se encuentra situada en la actual plaza de San José, cerca de su comunicación con la Plaza Alta a través del Arco del Peso. Tiene un capitel romano incrustado sobre un arco de herradura apuntado, hecho a base de sillares de granito y dicho capitel es el que da nombre a la puerta. 

En la zona exterior del arco se observa un alfiz conseguido mediante rebaje del muro. El arco de herradura da paso a una zona con bóveda de cañón y a un patio abierto de forma rectangular, previos a la entrada a la alcazaba. Esta Puerta del Capitel aún conserva las quicialeras de mármol decoradas de las desaparecidas jambas de la puerta y que servían de eje. En ángulo recto con respecto al eje de la puerta de entrada, se abre otra puerta al interior, y en la rosca del arco alternan dovelas de granito con otras de ladrillo.

Puerta de Yelves, camino a la actual Elvas

Por su parte, la denominada Puerta de Yelves, fue construida en los siglos XI-XII y restaurada en el siglo XX. Esta puerta debe su denominación al antiguo nombre de la ciudad portuguesa de Elvas, hacia la que se orienta. Se encuentra situada frente al convento de las Adoratrices en la actual Plaza de San José, en la parte occidental de la alcazaba de Badajoz. Fue restaurada recientemente, como se ha dicho, y parece que se construyó sobre una puerta anterior al período almohade.

Lo que sí sabemos es que esta Puerta de Yelves, tras la llegada de los almohades, fue reformada añadiéndosele el acceso en recodo, con la portada exterior, la cual se cerraba mediante batientes de madera. En el pasillo de la entrada se puede apreciar una pieza de mármol estriado visigodo reaprovechada como refuerzo en la esquina, que junto con el fuste de columna que se encuentra en la portada exterior, son buenos ejemplos de los restos visigodos reaprovechados en la alcazaba.

Junto a esta Puerta de Yelves se conservan restos de una muralla que probablemente perteneció a la entrada en recodo, pero que fue finalmente destruida en el asedio que sufrió la ciudad de Badajoz durante la guerra de la independencia española. Tras la reconstrucción posterior, el muro posee el ángulo cambiado hacia el exterior, en lugar de hacia el interior y presenta arco de herradura. En su entrada en recodo presenta una puerta interior, de la época del reino taifa aftasí. 

la Puerta de la Traición o la Coracha en Badajoz

En cuanto a la Puerta de la Coracha o de la Traición, construida en el siglo XI, es una puerta de la época del reino taifa aftasí en la ciudad y tiene acceso directo, quedando próxima al río Guadiana y habiendo sido construida con sillares. Consta de un arco escarzano enmarcado en otro arco, ciego, de herradura apuntado con dovelas de ladrillo y piedra. Al igual que la Puerta del Capitel posee un alfiz decorativo excavado en el muro. Está situada en el sector noroeste de la alcazaba.

Tradicionalmente, se conoce a esta Puerta de la Traición por ser la puerta donde el rey portugués Alfonso Enríquez intentó huir del rey Fernando II de León en el año 1169, tras haber intentado capturar la ciudad que estaba en manos de regentes musulmanes, feudatarios o vasallos del rey leonés. Estudios más recientes demuestran que este hecho histórico tuvo lugar en una puerta de la ciudad, y no de la alcazaba, y situada más abajo y cerca del río por lo que su denominación es errónea. 

En la parte superior de esta Puerta de la Coracha o de la Traición se abre un postigo, por debajo del adarve de la muralla, posiblemente accesible en otro momento. Durante bastante tiempo se ha considerado que esta puerta era de época aftasí, aunque se va imponiendo la tesis de que tenga origen almohade. En el lado interno de la puerta se puede observar un fuste de columna, hecho de granito, otro resto visigodo más reaprovechado en la construcción de la alcazaba.

Puerta del Alpéndiz en alcazaba de Badajoz

La Puerta del Alpéndiz, por su parte, está situada en el lado norte de la alcazaba siendo muy parecida a la ya descrita Puerta del Capitel pero de menores proporciones. Su acceso es en recodo, al igual que las otras puertas de época almohade. Cuenta con un patio, también de menores dimensiones y un corredor hacia el interior de la alcazaba y oblicuo a la muralla. Esta puerta da acceso actualmente al bosque y las laderas del Cerro de la Muela que miran hacia el barrio de San Roque. 

En este sector de la alcazaba existió un arrabal de grandes dimensiones, que se creó durante la época del reino taifa aftasí, y estaría habitado por campesinos, soldados, comerciantes y artesanos. Muchos de ellos llegaban a la ciudad de Badajoz para huir de los peligros provocados por el derrumbamiento del califato de Córdoba. Estos nuevos residentes reanimaron la vida económica y artística de la ciudad de Badajoz y tanto es así que, esta ciudad, en la época de la dinastía aftásida se convierte en una de las ciudades más importantes y poderosas de todo el territorio de Al-Ándalus y aparece un importante mercado que llega a tener relaciones con el mediterráneo oriental. 

La puerta está protegida por una torre, la también llamada Torre del Alpéndiz. El patio de la entrada en recodo está decorado con falsa sillería, hasta media altura, aunque muy deteriorado. La puerta presentaba un arco de herradura, enmarcado en con un alfiz de sillería de granito, pero fue mutilado varios siglos después para ensanchar el paso. La Puerta y la Torre reciben su nombre del Alpéndiz, siendo el muro que, partiendo de éstas, protegía el flanco norte del arrabal oriental que se asentaba en esta ladera del cerro.

portillo anexo a la Puerta del Alpéndiz

Esta Puerta del Alpéndiz permitía la salida hacia el camino que llevaba a la ciudad de Mérida, y también hacia el citado arrabal oriental, y posteriormente al antiguo barrio de San Salvador. Cuando se construyó el sistema abaluartado, en el siglo XVII, esta puerta quedó clausurada tras las murallas. Para permitir el acceso a esta zona de la alcazaba desde el exterior se abrió el portillo anexo a la Puerta del Alpéndiz. 

Este portillo tiene un arco de medio punto de ladrillo y se podía cerrar mediante batientes y un rastrillo, ya que aún se aprecian las guías por donde bajaba dicho rastrillo. Además de las puertas citadas, la alcazaba de Badajoz cuenta con otras pequeñas puertas que completan su conjunto amurallado desde la parte más septentrional con el río Guadiana hasta puertas que conectan con el jardín de la Galera como el llamado portillo de la Torre Vieja, del siglo IX, y otros.

puerta secundaria a la Puerta del Capitel, desde interior de la alcazaba

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