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cara sur de las torres Bermejas |
Las conocidas como torres Bermejas deben su nombre al color de sus muros y se localizan a poca distancia de la alcazaba del conjunto monumental de la Alhambra, a la cual se unieron en el siglo XIV mediante un lienzo de muralla. Están situadas en la colina de Mauror, en frente de la Alhambra, siendo una de las primeras defensas militares de la ciudad como torres vigías o atalayas.
Las tres torres que formaban parte del conjunto estaban situadas en los puntos estratégicos que circundaban la Vega de Granada y al que tal vez pertenecía la primera alcazaba de la Alhambra. Se considera que su construcción data de tiempos de Muhammad I o Al-Hamar, el fundador de la dinastía nazarí que llegó a ocuparla, aunque la fábrica de sus paramentos, muy semejante a los de la alcazaba, se remontan al siglo XI.
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torres Bermejas vistas desde la alcazaba de la Alhambra |
Se considera también que originalmente formaban parte de un castillo, conocido como
Hizn Mawror, que estaba situado en la cerca oriental de la ciudad nueva, que actualmente se conoce como barrio del Realejo. Con la ampliación de la ciudad hacia el este, en época almorávide, el castillo quedó dentro del recinto. Se tienen restos de una época tan temprana como el siglo IX, aunque sufrió sucesivas remodelaciones en época nazarí, y posteriormente en los siglos XVI y XX. Las torres estuvieron en uso hasta el siglo pasado como prisión militar.
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torres Bermejas y al fondo la torre de la Vela |
A pesar de la antigüedad e importancia de este conjunto, poco se ha escrito sobre él, prácticamente marginado de la cercana Alhambra. Estos baluartes defensivos, que son más antiguos que los palacios nazaríes y la propia Alhambra, fueron construidos según la tradición popular en época hispano-romana, cuando el caserío de la margen izquierda del río Darro o Hadarro, los actuales arrabales del Mauror y el Alffajarín se conocían con el nombre de Garnata al-Yahud o Granada de los judíos.
De hecho, la colina del Mauror, donde se asientan las torres Bermejas, era tradicionalmente conocida por su población judía. Al otro lado del muro que descendía desde las torres Bermejas, se encontraban los más floridos huertos como el de Isan, las huertas
al-Manyara mayor y menor, los del Arrabal de los Alfareros, y más abajo, en la orilla derecha del río Genil o
Sinyil, la alameda de Muammal plantada en el siglo XI, así como las plantaciones del barrio de la Loma y el
Nayd que desprendía un penetrante aroma a clavo.
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pasillo exterior de las torres Bermejas |
Mohammad V invirtió grandes sumas en obtener recursos militares y proteger al reino nazarí. En la capital granadina, una de las medidas fue unir con murallas los fuertes de la alcazaba de la Alhambra y torres Bermejas, tras haber sido reedificada la alcazaba en el siglo XIII sobre bases anteriores. Hasta entonces ambas se encontraban aisladas, trabando las torres y edificando un muro que las comunicaba.
De esta forma, el monarca nazarí conseguía complementar las defensas de la zona sur de la Alhambra y el inmediato barrio judío. Las torres Bermejas, por tanto, s
e comunicaron con el recinto amurallado a través de un pasillo militar o paseo de ronda. Este camino de ronda discurría hasta llegar a estas torres pasando antes por el muro de la puerta del Barranco (desde el siglo XVI, la barroca puerta de las Granadas), recorriendo el descenso de la colina de la Sabika desde la misma base de la torre de la Pólvora.
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lateral que se unía al paseo de ronda hasta la torre de la Pólvora |
Las torres Bermejas constituían un importante baluarte fortificado para la defensa del sector en el que se encontraban y están unidas entre sí por una muralla de tapial que forma un pequeño patio de armas de geometría aproximadamente rectangular. En la actualidad el conjunto se compone de tres torres de argamasa, con una puerta abierta entre dos de ellas del siglo XVI y sobresaliendo en tamaño y altura la torre central, que cuenta con tres plantas. Dos plantas tiene la torre de la izquierda y sólo una planta la pequeña.
Ofrecen estas torres una vista privilegiada, con la ciudad de Granada al sur y la alcazaba de la Alhambra al este. Cuentan también con un acusado baluarte de artillería de época cristiana mirando hacia el barrio del Albayzín al norte así como un aljibe bajo su suelo, posiblemente de etapa islámica, formado por dos naves con bóvedas elevadas sobre arcos. Las caballerizas, que con toda probabilidad completaban el conjunto, prácticamente han desaparecido.
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cara norte de las torres Bermejas vistas desde el Albayzín |
En los paramentos interiores se observa gran cantidad de losas de sepulturas musulmanas, lo que evidencia que las torres fueron reforzadas por los cristianos tras la conquista de la ciudad. Por otro lado, se conoce la existencia de un cementerio musulmán en las proximidades de este recinto militar, un dato reforzado por las numerosas lápidas que se encuentran también en sus muros como ocurre en otros puntos de la Alhambra, lo que hace difícil pensar que fueran transportadas desde lejos.
En el año 2011 se realizaron una serie de excavaciones realizadas por el servicio de conservación del Patronato de la Alhambra que sacaron a la luz restos arqueológicos que aportaron nuevos datos de relevancia sobre el edificio, principalmente las diferentes fases constructivas que ha experimentado hasta la actualidad. Las visitas al interior de las torres se encuentran restringidas y únicamente es posible acceder cuando así lo acuerda el Patronato de la Alhambra y el Generalife mediante visitas guiadas.
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planta baja interior de una de las torres Bermejas |
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