mezquita en el recinto de la alcazaba, ciudad de Vascos |
De las dos mezquitas originarias que han sido excavadas en la ciudad de Vascos, una de ellas, de pequeñas dimensiones, se encuentra en la vaguada al pie de la alcazaba, junto a una serie de edificios que allí se levantaron, y la otra, de amplitud mucho mayor, se sitúa en el recinto delantero de la alcazaba que previamente pudo haber constituido una barbacana defensiva.
La mezquita pequeña presenta una planta cuadrada/trapezoidal, compuesta solamente por dos dependencias, de parecida superficie, comunicadas entre sí por una puerta interior, abierta en la parte central del muro de separación de ambas. Su dependencia situada al norte, a la que se accedía desde la calle, es de planta irregular y estuvo cubierta con un tejado de tejas. No se sabe la función que este espacio pudo haber desempeñado. Quizá fue simplemente un recinto previo de acceso a la sala de oración principal -en el que se realizasen las abluciones- o si también se pudo utilizar como lugar de oración y, por consiguiente, como una segunda nave de la mezquita.
Desde ella, y por la citada puerta, se accedía al espacio que correspondía a la sala de oración, también cubierta con tejas. Esta es de planta rectangular, con una longitud interior de 6,40 m y una anchura de 2,80 m. En la parte central del muro sur, la qibla, el vano del mihrab está delimitado por dos bloques verticales de granito, a modo de jambas, estando la parte inferior en parte tallada en la roca. El mihrab tiene una forma semicircular, sobresaliendo al exterior.
Dadas las pequeñas dimensiones de esta mezquita, no cabe duda de que se trata de un lugar de culto secundario, un oratorio quizás asociado al barrio en el que se encuentra, y tal vez fruto de una fundación piadosa como solía ser frecuente en la cultura andalusí. En cuanto a su cronología, dadas sus toscas características constructivas -un zócalo de piedras muy irregulares recrecido con muros de tapial- todo parece indicar que se debió de levantar en los primeros momentos de ocupación de la ciudad, posiblemente en el siglo X.
mezquita en la vaguada, ciudad de Vascos |
La otra mezquita, de mayores dimensiones y de mejor calidad constructiva, se encuentra dentro del complejo de la alcazaba, en el espacio frente al recinto principal que anteriormente pudo haber estado ocupado por una barbacana. Su sorprendente hallazgo se produjo cuando se desescombró toda esa zona. Se compone de tres partes: un pequeño zaguán, un patio para las abluciones y la sala de oración. Todo el conjunto, de forma ligeramente trapezoidal, tiene una longitud máxima de 20 m y su anchura aumenta desde los 7 m de su lado este hasta los 10 m de su lado oeste. Su superficie total es de aprox. 130 m2.
El acceso a la misma se hacía por una puerta ubicada en su extremo noroeste, que se abre al pasillo en rampa que asciende hacia la puerta de entrada al recinto principal de la alcazaba. Pasada la puerta de la mezquita, se entraba en una pequeña pieza, a modo de zaguán o de vestíbulo, que posiblemente servía para que los fieles se descalzasen. Desde ella, se podía acceder directamente a la sala de oración por una puerta que se encuentra a mano izquierda. Este vano se podía cerrar con una puerta de dos hojas, como se puede comprobar por las huellas de las quicialeras que se han conservado.
También, antes de entrar en la sala de oración, se podía acceder a otro espacio, por una puerta frente a la de entrada -que también se podía cerrar-, en el que se conserva parte de unas piletas, hechas con cal a nivel del suelo, y que servirían para realizar las imprescindibles abluciones. Desaguaban al exterior por un canalillo que se abre en el muro oeste. Desde este recinto, que se encontraba a cielo abierto actuando como patio, se podía pasar directamente a la sala de oración ya que estaba comunicado con tres de sus naves longitudinales.
La sala principal o de oración estaba constituida por 4 naves longitudinales y otras tantas transversales, configurando 16 espacios interiores, separados por columnas de granito en la parte central -de las que se han conservado algunos fustes- y pilares adosados a los muros norte y sur (en éste en huecos abiertos en el tapial). Estas columnas y pilares sostenían arcos de herradura fabricados en ladrillo, que presentaban un falso dovelaje pintado en blanco y rojo. El mihrab, de planta semicircular, se encuentra tallado en el tapial del muro sur, y originariamente con molduras fabricadas con cal.
mezquita en el recinto de la alcazaba de ciudad de Vascos |
Es de señalar que no ocupa una posición central en la sala de oración, aunque sí con respecto a la longitud de todo el muro de la qibla, si se le añade el espacio ocupado por el patio de las abluciones. Todo el interior de la mezquita debió de estar recubierto de cal y en algunas zonas -como en los zócalos- pudo haber presentado alguna decoración pintada en color rojizo. El suelo también era de cal. En el muro este se conservan los restos de una puerta tapiada que, originariamente, pudo haber funcionado como entrada directa a la sala de oración por aquella parte.
Muy posiblemente, esta mezquita en la alcazaba se trate de un edificio levantado en el siglo XI, para atender a las necesidades de culto de la población en aumento que se concentraría en la propia alcazaba. Momento en el que, aparte de otras remodelaciones, también se construiría el barrio de la parte oeste para acoger a los nuevos contingentes militares.
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