Sevilla. Ibn Al-Awwam.

edición del Kitab al Filaha de Ibn Al-Awwam

El nombre completo que el conocido como ابن العوام o Ibn Al-Awwam deja escrito en su Kitab al Filaha o Libro de agricultura es Abu Zakariya Yahya Ibn Muhammad Abou Ahmed Ibn Al-Awwam Al-Ichbili Al-Andaloussi. Nació en la ciudad de Sevilla, en la primera mitad del siglo XII, en una familia de las numerosas tribus amazighs instaladas en la península pero de lejano origen, como la familia de los Ibn Khaldun y Banu Hajdjadj o el viajero Ibn Jobair.

Su familia toma los orígenes en una tribu yemení del Hadramaout, lo cual se confirma por un texto del gran imán andalusí de la ciudad de Córdoba en el siglo X, Ibn Hazm. Ibn Al-Awwam nunca abandonó la ciudad de Sevilla en la época del imperio almohade y siguió evocando su región siendo una tierra fértil situada entre los dos ríos, el Guadalquivir y el Guadiana. Está considerado como un científico musulmán de Sevilla y que se convirtió en un brillante agrónomo. 

Redactó su Kitab al Filaha probablemente hacia finales del siglo XII y en él describió con detalle cómo se cultivaron 585 especies de plantas y 50 variedades de árboles frutales, así como también la fertilización de la tierra y cómo preservarla de las plagas. Este Libro de agricultura recogía todo el saber agrícola y zootécnico de la época, pero no volvió a ver el día hasta el siglo XVIII cuando fue encontrado en la biblioteca de El Escorial en Madrid

pasaje del manuscrito de agricultura

Fue traducido al castellano e impreso en Madrid en el año 1802 y en Sevilla en el 1878. Luego fue traducido al francés por el agrónomo Jean Jacques Clément Mullet y publicado en París en el año 1865. El interés que despierta Ibn Al-Awwam se debe a que su obra reúne todos los conocimientos disponibles en su época para el trabajo de jardinero experimentado y, aunque estos tratados de referencia agrónoma son poco conocidos por los investigadores modernos y poco traducidos, fue una gran referencia en materia de agricultura en Europa. 

Ibn Al-Awwam menciona en su libro plantas consideradas exóticas en la península, pero porque están situadas bajo climas similares a los de su país de origen, tierras orientales de tradición agronómica muy antigua. Explica cómo semillas de henna, clasificadas en su capítulo de plantas industriales, vienen a Sevilla desde los jardines de Siria oriental y Palestina. De los jardineros de Babilonia, los agrónomos occidentales aprenden a trabajar con el espárrago salvaje en las tierras rudas de montaña y la planta, domesticada, crece en los jardines de los alrededores de Sevilla

Podría decirse que el territorio de Al-Ándalus está invadido, desde el siglo IX, de sustancias desconocidas anteriormente que son reportadas por los recién llegados (compañeros y descendientes de omeyas, viajeros, peregrinos, comerciantes, tropas, etc). Se conoce bien, por ejemplo, gracias a Ibn Baytar, la llegada desde Siria del granadero a Al-Ándalus. El jardín, según Ibn Al-Awwam, es un espacio bien organizado, dividido cuidadosamente en parcelas o azulejos encerrados en pequeñas fincas de tierra. En estos azulejos se puede disponer fácilmente del agua. Con el uso de pozos, manantiales, charcos o arroyos cercanos, se subió el agua y se derramó con ruedas diseñadas, instaladas, controladas y mantenidas por ingenieros.

recordatorio a Ibn Al-Awwam por su Kitab al Filaha

Ibn Al-Awwam detalla también el acto de caprificación o polinización. El espacio del jardín se divide en zonas preparadas en terrenos regados o sin regar, y para especies diferentes, entre ellas plantas leguminosas (haba, guisantes o cáñamo), plantas de vocación industrial (algodón, cáñamo, amapola y caña de azúcar). En la huerta propiamente dicha crecen las espinacas, coles, lechuga, osella, y también plantas hortalizas de raíces o flores como el nabo, cebolla, panaís afrodisíaco y la zanahoria y la colocasia en grandes hojas corrientes en Egipto.

Asimismo en su libro se detallan plantas que entran en recetas de cocina o condimentos como comino, cari, nigel, anís, cresón, hinojo, mostaza, cilantro, y plantas aromáticas u ornamentales incluyendo jazmín, rosales de especies diversas y otras que se saben injertar en el manzano o almendro o cultivar en grupos de tonos variados y que se encierra en tubos para convertirlos en macizos coloridos, nenúfar, clavo, lis blanco, la rosa ornamental (probablemente la lavadera o rosa trémica o rosa de las cortesanas), malva de los jardines o moulukhia siria, lavanda y la delicada violeta o kethmia siria.

En definitiva, en sus obras, Ibn al-`Awwam se apoya sobre las observaciones y las informaciones anotadas por otros científicos, como Al-Dinnouri y Al-Fadel Al-Andaloussi, citando sus obras en su Libro de agricultura y reconociendo sus contribuciones. Se apoya también sobre sus propias experiencias y, por ejemplo, describe el llamado "gota a gota" bastante antes que los agricultores del siglo XX, aunque no se le atribuya el mérito.

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